Mujer chamana

La chamana es la encargada de relacionarse con ese mundo de miles de dioses y por eso en el lenguaje formal, cuando uno quiere dirigirse con respeto a una chamana se le llama con el nombre de mansin que literalmente quiere decir “10.000 espíritus o dioses”.

Fuente fotografía: Magiasiática.com


Esto implica que la mudang puede controlar todos los espíritus que existen, hasta diez mil, esta cifra en Corea se usa para indicar algo que es innumerable. En los ritos chamánicos y en particular en los gut, los dioses y espíritus son convocados por la mudang en las distintas partes de su hogar, para, de este modo, expulsar las malas influencias y atraer la buena suerte. Durante el gut las chamanas y las mujeres interceden por el bien de la familia y toda la comunidad, ya que ésta es considerada como una familia extensa. Además, en los gut aparecen muchos dioses y espíritus femeninos a los cuales no se les venera en ningún otro rito. Incluso los antepasados femeninos que no tienen un puesto en los ritos confucianos de los hombres, sí hacen acto de presencia en los ritos chamánicos y establecen una relación especial con las mujeres de su familia.

La mudang, después de ser poseída por su espíritu protector durante el rito de iniciación, naerim gut, llevará el espíritu a su casa, donde preparará un lugar especial dedicado a éste y que recibe el nombre de sindang, un lugar sagrado donde colocará un altar dedicado a su espíritu y donde sólo podrán entrar aquellos a quienes la mudang se lo permita. En las paredes del sindang colocará pinturas de los dioses chamánicos y alguna estatua. Además, colocará los instrumentos y todos los objetos necesarios para los ritos y las otras actividades que deberá realizar en honor a los dioses. Entre estos instrumentos chamánicos hay que destacar especialmente tres: myeongdo, un espejo redondo convexo que es considerado uno de los instrumentos más importantes de las mudang y representa al sol, la luna y las siete estrellas, bangul, el árbol de cascabeles que usa durante los ritos para convocar a los dioses, y los abanicos, buchae.

Además en esta habitación guarda todos los vestidos rituales, los instrumentos musicales, tambores, los utensilios usados para adivinación, etc. En el sindang siempre están las velas encendidas en el altar e incienso quemándose. La mudang coloca en el altar ofrendas tales como arroz, vino, dulces, frutas, y dinero. El sindang es ante todo un lugar sagrado reservado para que ella pueda venerar y rezar a los espíritus.

La mudang se levanta de madrugada y la primera cosa que hace es ir al altar donde está su espíritu y ofrecerle oraciones. Pone un recipiente con agua sagrada, oksu (agua recogida de algún manantial de montaña donde la chamana suele ir a rezar), enfrente de la estatua de su dios y luego quema una barrita de incienso y le ofrece también frutas. Todos los regalos y ofrendas de dinero que recibe de sus clientes los pone siempre en el altar y se los brinda a los dioses, antes de usarlos.

Además, al menos una o dos veces al año, normalmente en primavera u otoño, la mudang celebrará un rito chamánico especial en honor de su dios protector, momju, el llamado jinjeok gut. Asimismo, acudirá con frecuencia al mar o la montaña para rezar a su espíritu tutelar donde le ofrecerá oraciones y ofrendas. Así, con todas estas oraciones y ofrendas no sólo recibe bendiciones para sí misma sino que también intercede por las necesidades de sus fieles y seguidores.


FUENTE:

Doménech A. (s.f). Capítulo 2. Chamanas coreanas, dioses y espíritus. La chamana coreana y su relación con el otro mundo (31-33). Universidad de Málaga.

http://www.ugr.es/~feiap/ceiap3/ceiap/capitulos/capitulo02.pdf


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