EL CHAMANISMO EN COREA

Hoy deseamos compartirles sobre el chamanismo en Corea y para ello citaremos el trabajo de María Alejandra León García (“El CHAMANISO COREANO”) de la Escuela de Estudios Internacionales y Regionales, Universidad Nacional de Seúl. 


“El chamanismo se define como una filosofía de vida centrada en la creencia en buenos y malos espíritus que sólo pueden ser influenciados por los chamanes. Cuando los chamanes, considerados mediadores espirituales, danzan durante sus sesiones rituales, entran en trance y sus almas salen de sus cuerpos para ir al mundo de los espíritus. Cuando cae en éxtasis, el chamán se comunica directamente con los espíritus y muestra un poder y conocimiento sobrenatural.

De esta manera al chamán se le adjudica el rol de intermediario entre los humanos y lo sobrenatural. Su comunicación con la gente es para invocar sus deseos, su comunicación con los espíritus para revelar su voluntad.

Características del chamanismo coreano En Corea, para demostrar que un chamán tiene el derecho a tener este cargo, debe poseer ciertas características: 


1. El chamán debe haber experimentado la tortura de los espíritus al ser elegido para esta vocación. Este tipo de chamanes debieron haber sufrido una grave enfermedad durante meses o años. En promedio dicha enfermedad dura alrededor de ocho años, pero haquienes la han padecido hasta 30. Tal enfermedad consiste en una inestabilidad psicológica en la que la persona deja de comer normalmente y comienza a vagabundear. Cuando la persona recibe alivio, éste debe ser sin intervención médica. Después de este conflictivo período el nuevo chamán deberá vivir como aprendiz en casa de un padrino o madrina. 

2. El chamán también debe ser capaz de oficiar ritos en los que se cree que se comunica con los espíritus.

 3. El chamán necesita ser reconocido como un líder religioso con la habilidad de satisfacer las necesidades espirituales que la comunidad le exige. Con estas capacidades el chamán debe servir y asistir a espíritus específicos, lo cual indica que durante su iniciación él o ella ha optado por un espíritu en particular  los chamanes coreanos se dividen en dos tipos de acuerdo con el proceso de iniciación: aquellos que son elegidos por los espíritus y los que heredan la vocación a partir de sus ancestros. Los chamanes que son escogidos por los espíritus poseen poderes para aliviar enfermedades y predecir el futuro. Durante estos ritos hay música generada con instrumentos de percusión, tocados en un ritmo rápido para acompañar al chamán mientras cae en éxtasis al danzar.

Con frecuencia los rituales se ejecutan para invocar la felicidad. Antiguamente éstos se realizaban sin diferencias sociales e incluían tanto a la realeza como a los habitantes de poblaciones remotas. Lo anterior se puede comprobar por los diferentes registros históricos que afirman que en la Dinastía Koryo existieron diez templos en los que se invocaba la paz y la prosperidad de la nación. 




Otro tipo de rituales se dedica a curar enfermedades consideradas como resultado de la influencia de los espíritus, donde sólo los chamanes pueden invocar y pedir por su curación. De esta manera, en épocas en que las epidemias aquejaban a la población, las casas de los chamanes servían de refugio. Además, existen rituales dedicados a escoltar el espíritu de algún difunto en su jornada al cielo. 

En cuanto al estilo, los ritos coreanos también se clasifican en tres tipos; el más simple consiste en el reclamo de oraciones a la vez que se frotan las manos. Otro estilo es en el que el chamán es poseído por algún espíritu. Por último están los ritos donde los chamanes entran en comunicación con los espíritus, pero en todo momento conservan entidades separadas.


Es así como el chamanismo ha sobrevivido hasta la actualidad y se encuentra aún entre los principios que rigen la vida de los coreanos modernos. Decisiones trascendentales tanto del individuo como de comunidades enteras (un ejemplo muy claro son los negocios y las empresas) todavía deben obtener el visto bueno y el consejo de algún chamán para el tiempo y la ubicación en que éstas deben llevarse a cabo; la compatibilidad entre futuros esposos, fechas de matrimonios, inauguraciones, posiciones geográficas y orientaciones espaciales todavía son comúnmente determinadas por algún consejero chamán”

Esperamos que su trabajo haya sido de interés general. 


León García María Alejandra, “El chamanismo coreano”, MÉXICO Y LA CUENCA DEL PACÍFICO, 54 vol. 6, núm. 19 / mayo – agosto de 2003.


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